Perfiles: Inmaculada Rodriguez Usma

"Cada mujer tiene una coyuntura en donde se apoya para poder vivir; unos saberes, unos tejidos que ha ido formando. He sido una privilegiada de la vida al dejarme participar de tantos procesos" 

"Es demostrarme que si se puede superar  la adversidad, que si podemos construir vida, construir país, cambiar la historia."



Diez de la mañana, la avenida principal está llena de motos que hacen fila para el ingreso al Instituto Tecnológico de Antioquia, En las pequeñas cafeterías apostadas a lado y lado de la vía , toman café y fuman algunos estudiantes antes de ingresar, yo no fumo, no tomo café, solo espero... espero a mi invitada. 

Hola soy Inmaculada Rodríguez Usma, nací en Medellín. 

Tuve una infancia muy afortunada,rodeada de papá, mamá, hermanos y hermanas; una gran familia. Tuve unos abuelos paternos y maternos que me querían mucho.

Mi papá era muy especial y cariñoso; recuerdo las escenas cuando él nos cepillaba los dientes,cuando nos llevaba de caminada,cuando jugaba con nosotras. Mi mamá también era muy cariñosa, pero luego cambió, se volvió agresiva y muy "pegona", todo obedecía a una anemia aguda que la agobiaba; la pusieron en tratamiento,pero ya no volvió a ser como antes, igual muchos dolores pasaron por su vida, por su cuerpo.

 Mi madre tuvo 7 hijos, pero nos criamos 5, y en la actualidad solo habemos dos.Alcance a compartir con cuatro, los otros tres no los recuerdo porque murieron muy pequeños. 

La adolescencia fue mágica. Vivimos en el Barrio El Salvador. Ir a la escuela, luego el colegio, todo era alegría, todos teníamos una relación muy bonita entre hermanos y con mi papá y mi mamá.

 Ellos siempre permitían que la casa estuviera llena de amigos y amigas, todos iban a la casa de "los Rodríguez" o a la casa de Cielo (mi mamá se llama Cielo) que era lo mismo. Era la casa de todos. Hacíamos chocolate, empanadas, !éramos tan felices!  

Fue la época de los amigos, de mi primer novio, los bailes con  la música de Rodolfo Aicary vs Pastor López. Eran  los años 70; era disfrutar por ejemplo del cambio de look de algunos amigos que se auto denominaban "Hippies", pero  solo por la pinta, eran copias sin filosofía.

Yo era la que organizaba las caminatas, las fiestas. Desde niña fui líder.


Recuerdo especialmente  el nacimiento y la infancia de mi hermanita Pilar, era la risa, la travesura, cantaba y nos alegraba los días. 

Hasta que un día de Mayo se nos fue la niña, ocho días antes de cumplir 10 años, eso marcó mucho mi vida a nivel de los apegos.

Con la muerte de Yolian del Pilar todo cambió, todos con la tristeza encima,a mi particularmente cabalgándome el alma, nos fuimos a vivir a Aranjuez. 

A mi mamá ese dolor sumado a otros que ya traía, le despertó un cáncer. Ese año de adaptabilidad al duelo fue duro. Yo estaba estudiando mi décimo grado de bachillerato.




La vida nos dio un vuelco total,  ya no eran las mismas amigas, era otro barrio, otro contexto. 

La vida es:"apague y vamos" tiene que ser así, cancelar etapas, hay que seguir el ritmo, porque si no tu no vives con tanto dolor. Más tarde llegaron dolores peores.


Después de la muerte de mi hermana, se vinieron no solo el cambio de barrio, sino también pasar del colegio femenino a un colegio nocturno  y mixto en el centro de la ciudad. Eran otros contextos, otras dinámicas. Recuerdo que allí en ese instituto, empece a coordinar unos equipos de fútbol.

Y, conocí a quien fue  mi esposo y me enamoré,


ya no importaba tanto estudiar, era solo Hernán -así se llamaba-, En esa etapa yo escribí mucha poesía, pero eso quedó en el vacío, cualquier día mi musa se asustó y se fue, yo no sé esa muchacha dónde está; la he llamado y no quiere venir, y eso que a mí me era tan fácil escribir.


Ingresé al SENA, a estudiar  Técnicas de Administración, estudié dos años y luego, me casé,¡toda ilusionada, enamorada hasta los huesos!


Con mi esposo compramos una casa en la urbanización Sanzibar, en el municipio de la Estrella, Hernán tenía un buen empleo, trabajaba en un banco. Tuve 4 hijos muy seguidos primero uno, luego mellizos y luego una niña,  en un promedio de 4 años tuve cuatro hijos.

Nos fuimos a vivir a la estrella, donde apenas se estaba vislumbrando lo que es ahora. Los caminos eran de herradura, el agua era de acueducto veredal, la urbanización donde fuimos a vivir era la primera que se hacía en el municipio La Estrella.


 Salía con mis hijos al parquecito y jugaba con ellos. Los que llegamos a vivir allí, éramos parejas jóvenes, y me preguntaban si tenía una guardería. Hubo una coyuntura muy bonita; las mamás empezaron a preguntarme si podían sus hijos jugar con los míos, luego me pedían  si podía cuidarlos. Hasta que llegue a tener una guardería.

Estaba feliz, no solo cuidaba a mis hijos y ayudaba a mis vecinas, sino que con ello generaba ingresos para el hogar.

Todo eso se acabó por los celos enfermizos de mi esposo, él era posesivo, manipulador, machista y maltratador. Yo generaba ingresos con mi guardería, pero mi esposo decía que las mujeres no tenían por qué manejar dinero, el me quitaba el dinero.yo no sabía que eso era una violencia económica, 


Nunca contaba lo que me pasaba, hasta un 31 de octubre que salí con los niños y regresé a casa con mi prima que me estaba ayudando. Hernán se  enloqueció y echó a mi prima y... se destapó todo lo que yo quería tener oculto. A él se le cayó el pedestal y yo me deprimí.




Fui una mujer muy alegre hasta que me casé. 

Para mi todo se apagó, mi único aliciente eran los niños. Esa tristeza, esa falta de apoyo emocional, todo lo que hacía, tenía que hacerlo a escondidas.

Un día llegué a mi casa y encontré el cuaderno con mis poesías destrozado. Hernan, lo rasgó hoja por hoja y yo veía como si en el piso estuvieran palomas con sus alas extendidas desangrándose, por el atropello que le hicieron a mi inspiración.A partir de allí, seguramente mi musa se espanto.


Me delimitaba el terreno, no me dejaba salir,


y si salía era a escondidas, me encerraba físicamente con llave. Recuerdo  la primera vez que sucedío, yo no podía creerlo,fue recién casada, el mismo me había matriculado para estudiar modistería los domingos,  llego la hora de ir a clases y me encerró con llaves; yo asustada ¿que era eso? Era el principio de una pesadilla que se repitió una y otra vez! Llegaba a la casa quebrando vidrios desde la puerta y a golpearme, llegaba ebrio, enloquecido, endemoniado, o yo no sé qué le pasaba.

La estrella es tan linda y tiene tantos paisajes.


Un día me fui con mis niños  de paseo, ahí mismo dentro del municipio; recuerdo tanto esa tarde que llegué y él me dice:¿dónde estabas? Y empieza a perseguirme para golpearme.Yo salí corriendo y me refugié donde una vecina, él enloquecido quemó toda la ropa, los muebles, las tejas, todo lo que se atravesó. Vinieron los bomberos y la policía. Eso fue escandaloso. Ahora puedo decir que yo sufrí todos los tipos de violencia que hoy se consideran ante la ley 1257.


Ya no había cómo dar marcha atrás. 



Matricule a mis hijos en la escuela Santa María Goretti y me vinculé a la asociación de padres de familia. Allí aprendí a hacer tamales, morcilla y los vendía. También  vendía unas bolsitas plásticas llenas de azúcar y leche en polvo (eso fue un invento de mi tía y yo lo copie),  él me quitaba el dinero, pero yo alcanzaba a esconder una parte y fui haciendo un ahorro.

A la par que sorteaba las violencias domésticas, mis hijos crecían y yo quería estar siempre ofreciéndoles lo mejor. Cuando eran niños tuve la guardería, ahora eran  adolescentes y formé un grupo juvenil en Zanzibar, Con ellos reciclabamos, hacíamos contactos. 

La Fábrica de licores de Antioquia, tuvo un programa que reciclaba todo el envase y con mi grupo Juvenil hicimos parte de ese programa. Nos daban talleres, hacíamos salidas y paseos.





En los años 90, la situación con mi esposo estaba tornándose cada vez más crítica y yo estaba pensando en darme la oportunidad de ser libre; porque literalmente él quería matarme. Lo curioso es que con los hijos no era violento, el dilema era conmigo. Yo había iniciado el proceso de separación de cuerpos.


En el año 1991 me fui para mi casa paterna, 


ubicada en Villatina, barrio Caicedo, comuna 8. Allí tenía el apoyo de mis padres,pero también era vivir con zozobra; fue la época de la violencia de las bandas residuales de Pablo Escobar. Se formaban unas balaceras impresionantes, era  vivir el miedo constante.


Hasta que mi hermana, mi compañera, mi lazo femenino que me une a la familia, se enfermó y  murió. Fue un golpe durísimo para todos. Ella era lo más cercano que yo tenía, compartimos desde un confite hasta una fruta. Fue muy duro. Olga, era la alegría de la casa, la que cantaba, los chistes, la risa.

 Las reuniones de familia sin ella ya no eran igual. Se fue y nos dejó de herencia a sus hijos y a sus hijas. ya  eran cuatro hijos de ella y cuatro míos y, mi papá y mi mamá se hicieron cargo de todos. Por consideración a ellos regresé a la casa en Zanzibar. Además que mi esposo  había manifestado voluntad de cambio, obvio que eso era mentira, tales cambios no se dan.


Pero igual yo seguía con mi proceso de separación. Él ya estaba en otros procesos, tenía otra mujer. En el año 1992 salió el fallo de la separación. No hubo tal separación,eran ires y venires, la separación estaba estipulada solo en el papel. Había momentos de pareja, porque las mujeres nos empeliculamos y damos sinfines de oportunidades. Él cambió eso sí, con la parte de su responsabilidad económica y les mermó calidad de vida a los hijos. Entonces inicie unas ventas caseras de arepas, morcilla y tamales.


Decidí no llorar más,y enfrentar la vida. 


Antes me refugiaba en la poesía, Y si  la poesía es muy linda, pero enferma, el decir las lágrimas ruedan por mis mejillas, esa poesía enferma, entonces busquemos poemas de despecho, canciones de despecho y a llorar.

Los  hijos  van creciendo, ya querían hacer lo que hice yo cuando tenía su edad, y entendí ese proceso.

Luego de hacer un balance, deje los grupos juveniles y articule un proceso con mis pares (mujeres), además de trabajar en la acción comunal, y fui evolucionando en los procesos.

Sabía que  tendría que capacitarme, leer, para luego comunicarles todas las oportunidades que encontrara para beneficio de todas. Hice diplomados de participación ciudadana, de liderazgo, de equidad de género, de violencias, de normatividad, de desarrollo urbanístico y humano, POT, concejos municipales de planeación, etc.


Cuando empecé a incidir en participación y planeación, existía un programa que se llamaba Ciudad Educadora, al cual ingresé. Se despertaron entonces en mí cualidades y talentos que estaban dormidos. Hicimos un proceso hermoso, cualificando el patrimonio histórico de la Estrella, sus territorios, su gente,  me he caminado de punta a punta mi Estrella y su cultura. En fin, que fui tejiendo futuro, haciendo tejido de ciudad, tejido familiar y tejido personal, fui construyendo formando a mis hijos y formándome a mí misma.




 Y... llegó otro momento duro.

Mi hija menor, a los 11 años, tuvo artritis reumatoide juvenil; era ir con ella de acá para allá buscando ayuda.

Y en sus terapias y tratamientos, un día me encontré con un médico que hacía campaña política, me empezó a participar de su proceso político, me enamoré de sus apuestas por la comunidad, e inicié mi apuesta política.


En estos recorridos  fui haciendo un bosquejo con ciertas canciones que nos llevan a esos espacios donde antes habitaron otros seres, por ejemplo: casas viejas. Empecé a tomar fotos de casas viejas de la Estrella, su patrimonio histórico, con ese apego a lo otoñal que me caracteriza. Me encantaría hacer algo bonito con todo ese acervo histórico que tenemos

!Yo a la estrella la amo!¡Le debo tanto! todos los procesos de administración donde he estado, todo lo que aprendí!!


Del 2000 al 2004.

En ese periodo ingrese a una institución que fue Pastoral Social, a capacitarse como Gestora de Paz. Aprendí derechos humanos,violencias domésticas, genero, víctimas, manejo de grupos, normatividad para trabajar con los desplazados,  contexto histórico.Todo fue importante porque podemos tener la cualidad, la habilidad, pero hay que formarse.



Pastoral Social, me nombra como su delegada a la Alcaldía de Medellín, y me deje conocer por las administraciones: En pastoral Social, nos formaba para ir a formar a otras líderes, haciendo empalmes, para entender que mi violencia es diferente a otras. Se abrieron oportunidades de formar grupos de apoyo y se anexaron a grupos de la alcaldía-


También hice parte del movimiento para impulsar la oficina de la mujer.( Metro Mujer), Impulsé la creación de la Asociación Municipal de Mujeres Siderenses (Asommusi) en La Estrella.


Pastoral, ayudaba a las familias con mercados,  con apoyo psico-social, con retornos a su tierra, con ayudas médicas y diagnósticas. Monseñor Iván Moreno, abrió su casa y las funcionarias hermosas, humanas, trabajando con  la "población del dolor". Monseñor rescataba familias y les decía: vayan por el mercado, por el plástico para cubrir sus ranchos. El desplazamiento estaba a reventar. La violencia en las calles está marcada. Fueron los años de la operación Orión.

Teníamos un colectivo de mujeres que dictamos talleres  y hacíamos acompañamientos en lugares marcados por la violencia, donde operaban las fronteras invisibles. Aprendí entonces que: Una mujer líder tiene que meterse al barro,sea de tacones para ir a una reunión y pedir apoyo, o de tenis para ayudar en un desastre natural.

Una mujer líder tiene que estar donde está la comunidad.




En un proceso de entronización de la virgen de la paz,

Fuimos a un lugar muy apartado del municipio de Guarne, había que entrar dos horas a caballo después de bajarse del bus.

Es la experiencia de pasar por veredas, por casas abandonadas. En ese tiempo estaba la violencia y el desplazamiento en todo su apogeo 


Era tan doloroso ver las casas todas abandonadas, llenas de huecos de balas, con letreros de AUC, y sí mucho, algún perro muriéndose en un corredor.

"!¡Cuántas veces lloré con las víctimas!

Quien acompaña un proceso de víctimas, tiene que ser de palo para no llorar con todo el dolor humano que se ha visto en la guerra que hemos vivido en este país!"


En todo ese proceso aprendí la ley 083 de 1993, cuando no había mucha normatividad como hay ahora. 

Y me acogí a muchos programas; hice  "marañas" para hacer rendir la plata. Una aprende de las otras mujeres, de cómo manejan su economía.

Yo daba talleres a mujeres. Pero nada se compara a las víctimas, es  ver el dolor de frente, el deseo de morir, los llantos, los recuerdos. 

El saber escuchar a esa persona que llega mancillada, ultrajada, violada, por los actores armados o por un grupo delincuente que la desplazó de su vereda de su pueblo y llegó al espacio que yo coordinaba. Me marcó aún más la vida. 


Mi viaje a Brasil.


En agosto del 2005,me ofrecieron una beca  para ir a estudiar a la universidad Católica de Brasil, solo tenía que conseguir los pasajes. Había logrado hacía algunos años un apoyo con la fundación Éxito y la Universidad  de Antioquía,  para unos comedores infantiles comunitarios en el barrio Esfuerzos de Paz (barrio de invasión de desplazados en Villatina parte alta), se me ocurrió pedir apoyo a la fundación Éxito.  Me dijeron que visitarán el proyecto que habían apoyado, para analizar sus resultados.

 Lo visitaron y me aprobaron el tiquete y el seguro  de viaje. Fue una experiencia hermosa, gratificante, fue mirar la vida con otros ojos,encontrarme con otras falencias del ser humano, pero también con otras fortalezas.


Esa relación con la muerte en el ámbito personal y familiar va dejando huellas.

Luego de la muerte de mi hermana Olga, pasan ocho años. Entonces a mi hermano Yovany quien era líder del barrio -entrenaba los niños para la Pony Futbol-  lo mataron; eso fue otro golpe para la familia. Él hacía lo que hacemos  casi todos los líderes, y es dejar la familia en segundo plano por servir a la comunidad. Eso es algo que no debemos permitir. Nunca debemos anteponer el liderazgo a la familia.

En ese mismo año, llega la muerte de mi papá, ese hombre incomparable que fue, amigo,apoyo, el mejor padre.

Después  viene la muerte de Hernan, yo quería tantas cosas bonitas con él, pero fue un ser humano tan difícil de sobrellevar.

Es entender que así es la muerte y  la vida. Tanto dolor he visto, tantas historias desgarradoras, en el ámbito personal y en lo grupal.


¿Con  lo político que he alcanzado?

Me llamaron para lanzarme al concejo y bueno acepté, para entender aquello del ejercicio político. Como para probar  de primera mano,que es cierto el dicho de la desigualdad de género en el ejercicio político.

Hay que tener el corazón y la mente abierta para comprender a las personas y comprenderte.

En Colombia no se ha hecho una construcción política fuerte, a nivel de leyes se ha ganado pero falta mucho.

Hoy ya van  60 años de alcanzar el  voto femenino, pero son 60 años para beneficio del patriarcado. No podemos decir que en Colombia  las mujeres tengamos un partido político fuerte, es más, no podemos decir que tengamos más que alguna candidata que se arriesga un poco a dar la pelea de "burro amarrado con león suelto". 



Aquí voy con todo mi aprendizaje, 

Soy profesional, Trabajadora Social, y tecnologa en Desarrollo Humano. Es un asunto de validar mi experiencia de años de trabajo social y comunitario; se que un título pesa, pero los años también y esto de ser profesional es más un reto para mi misma, no dejarme nunca aplastar. Es demostrarme que sí se puede superar  la adversidad, que si podemos construir vida, construir país, cambiar la historia.

Tengo que decir que mis hijos me apoyaron, siendo acordes con mi labor, dejándome guiar. Hoy son seres humanos maravillosos, en búsquedas de su mejor estar cada día.

Este caminar me ha enseñado, que soy una con el universo, he aprendido, he vivido, he luchado y lo más importante, se que el primer día es hoy!

Sé que en la vida si imaginas algo y no lo construyes el universo se encarga de que lo haga otra persona, es una sentencia.






Este es el resultado de mi palabreo con Inmaculada Rodriguez, en las cafeterías del Instituto Tecnológico de Antioquia. De un Milo a una ensalada, de un café a un pastel. Cuánto nos reímos y lloramos aquel Martes, "Macu"

!Como nos pasan la cuenta de vida, amiga del alma!

!Gracias valiente mujer!

Con amor Elena L.
















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