PERFILES: Sándalo

" El tiempo es arte y no oro"

De esta manera mis pasos fueron labrando la flecha que apunta en una sola dirección, el Espíritu.

   La capacidad de asombro, la sencillez y la inocencia de la niña,
son dones  imprescindibles para trasegar el camino del arte.

Hola soy Sándalo.
En los anaqueles de mis  recuerdos puedo escudriñar señales en las que avizoraba la presencia del arte en mi vida; poco me gustaron los juguetes tradicionales que solían ser traídos por  un niño invisible que jamás pude ver.
Con el privilegio de la sensibilidad, regalo de la madre comencé a sumergirme en la diversidad de la belleza que nos rodea, en el discernimiento y la conciencia para entender que todo es Arte.
La capacidad de asombro, la sencillez y la inocencia de la niña, son dones imprescindibles para trasegar el camino del arte.
Desde muy temprana edad experimenté el contacto directo con la naturaleza, así como la libertad para explorar, contemplar y sentir la madre Tierra.


Recuerdo los patios y solares grandes donde habito mi abuela Materna, maestra de la palabra y el servicio, puro amor incondicional.
Aprendí a disfrutar mucho de sus historias, siempre acompañadas de un toque de misterio, lo cual hacia más excitante mis aventuras de aquellos espacios imbuidos de olores ancestrales y seres maravillosos. Allí mis manos se permitieron sentir la frescura y medicina de la tierra, moldeando, amasando y danzando en su regazo.
Crecí en lugares hermosos; rodeada de montañas, rios, cascadas, las cuales se desplegaron intensamente mientras daba el paso de niña a  mujer; cuando llegó mi primera sangre lunar, cuando obtuve la libertad para desprenderme de mis padres, para aventurarme en la magia de los campamentos, la sobre vivencia y la mística que llegaron con el escultismo.
También llegaron los lápices y el papel y los colores para plasmar vivencias y sentires de niña, adolescente y mujer.
Crecí por dentro y por fuera comprendiendo que la vida misma es una obra de arte...
Que todo es arte.

De esta manera mis pasos  fueron labrando la flecha que apunta en una sola dirección, el Espíritu
Encontrando la fortaleza y la confianza para elegir una carrera como las artes plásticas, por encima del estigma social y las advertencias de mis padres que, pese a todo, respetaron mi libre albedrío.
Con la academia llego la apertura de la conciencia y el despertar como humanidad. Llegaron los mayas, los abuelos, las medicinas.
Tuve la fortuna de hacer la practica académica en la selva  del Amazonas. Allí viví, maduré y crecí como artista. Mi labor consistía en acompañar, recrear e ilustrar la investigación de un antropólogo sobre la cultura Tikuna y Yagua. Comunidades que bordean y guardan el gran río Amazonas, fuente de vida y poder. Fue maravilloso recorrerlo y sumergirme en sus profundidades; sus aguas me enseñaron el poder de la fluidez para sobrevivir en la espesura de la selva, corazón de la diosa Amazonas guerrera, poder de la mujer salvaje, abuelas yerbateras.


Esta experiencia influye por completo la temática de mi obra. Hasta entonces venia explorando el erotismo de la naturaleza, con técnicas como la plumilla y la talla de madera, raíces, cuerpos, diversidad de formas orgánicas en éxtasis.


La madre selva abrió  las puertas de la percepción e incentivó mi pasión por la ancestralidad, las memorias que guardan los abuelos, mi linaje.


El camino de la medicina guardaba insospechados regalos para mi. De pronto me encontré, aprendiendo de sabedoras y sabedores de diferentes culturas, Tikunas, Yaguas, Huitotos, koguis, Arahuacos; Mexicas; emberas todas sus memorias y su riqueza cultural.



En esta etapa, también exploré el ejercicio del performance, la instalación, la música. Toda esto me lleva encontrarme con mi femenino, conectando la linea invisible que me une con mi madre con mis ancestras.

En 1998 gracias a la obra Autorretrato de vagina y útero, instalación de talla en madera, collage y pintura y elementos naturales, gané un cupo en el salón Raminovich en el MAM de Medellín.
Fue necesario entonces volver a mi ciudad. Sentía esa sensación de estar de regreso despues de muchas travesías.
La fuerza de este llamado, me ha traído mucha abundancia en todos los sentidos; así como tormentas y catarsis necesarias para el divino acto de la creación. Manifestando artesanato espiritual, geometría sagrada, mujer búfalo, blanco chanupa, medicina luna, arte visionario...Toda una gama de símbolos que me han enriquecido como artista y como mujer.
Actualmente en mi obra se manifiesta con mucha fuerza la magia del despertar femenino; la relación con mis ciclos, los recuerdos como niña, madre, mujer medicina, artista y servidora de la humanidad.
El propósito de mi obra busca dinamizar procesos de sensibilidad que permitan el acto creativo, consolidando y estableciendo estrategias de vida más humanas frente a nosotras mismas y nuestro entorno.

"No hay medida en el tiempo. No sirve un año y diez años no son nada. Ser artista quiere decir, no calcular ni contar...Ser como el árbol que no apremia su savia y se yergue confiado en las tormentas de primavera, sin miedo a que detrás pudiera venir el verano." RILKE



De mi palabreo con Sándalo, en la Maloka Madre Aburrá, Jardín Botánico Joaquin Antonio Uribe y en La Escuela busca a la Mujer adulta en San Cristóbal. 

Gracías hermosa mujer por creer en este sueño.
Gracias por compartir generosamente tu medicina.
con amor: Elena.



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