UN RINCÓN PARA LA TRISTEZA
Un rincón Para la
tristeza
Alicia subió corriendo los catorce peldaños
que la conducían a la planta alta.
El frió que
se colaba en el pasillo y algún
relámpago en el firmamento anunciaban cambio de clima.
Esta película arranca con mucho ruido visual y
efectos sonoros lentos, piensa en tanto que se acaricia el tobillo izquierdo, hace sólo una semana que sufrió un esguince y aún renguea un poco.
La casa es pequeña, El cuarto que le asignaron más pequeño aún,
Con una pequeña cama, Ella Fingirá que está de vacaciones.
Un viejo
aparato de transmisión radial amenizaría
las heladas noches. El finge que es una chimenea y ella le cree.
9 de marzo
9 de marzo
A las seis de la mañana Lava la ropa y se dice en voz baja "Soy de agua me brota por los poros" El lagrimal derecho ordena parpadear, el izquierdo lo imita. Las labores De la casa y la huerta la mantiene ocupada durante el día, pero no le impiden pensar.
En la noche va a su cuarto trata de descansar, La tv está encendida en la
sala y los cuartos.
Nota.: en su cuarto no hay tv.
10 de marzo
Llueve pero no
tiene frió. Bebe una taza de café que le alegra el día, Viaja con sus recuerdos
a los tiempos cuando Escapaba de la
angustia brillando una, dos, tres veces
la misma baldosa. "Con lágrimas queda aún más limpia" Una vez transformadas en
espejo, podía mirar en ellas reflejadas las muecas de espanto que ocasiona el
maltrato.
Sus pies siguen helados. Le duele inmensamente el tobillo izquierdo y la cabeza. Tiene resecos los labios, el lagrimal izquierdo
también el derecho.
11 de marzo
Domingo. Fueron al rito de la fe católica. Ella no había asistido a una misa desde la
época del colegio. Siente inmensos deseos de llorar y una calladez en el alma que asusta. Un dolor taladrado que
la hace temblar. De repente la invade
mucho frió. Es frió en el alma.
Siente como si la vida hubiese dado un vertiginoso
salto y la hubiese puesto marcha atrás. Como si el camino recorrido fuese una
gran alfombra que de repente un oscuro ser tiro de una de sus extremos y la dejo de bruces al filo de un despeñadero.
Entonces vuelven a su pensamiento sus lentos pasos sobre la vieja casa. Toda limpio inmaculado. Las descoloridas
sabanas, las remendadas cortinas. Las ollas brillantes y relucientes. Dos
zanahorias y un balde de lágrimas para la sopa.
El leve dolor
de cabeza empieza a atormentarla.
Cierra los
ojos y una lágrima titila a punto de
reventar. Como un eco vuelven atropelladamente
los sonidos de esa voz que taladraba el alma. Esa voz tronándose en los oídos durante el día, gritándole palabras humillantes .Y luego la noche todo
oscuro y torturante hasta lo más profundo de la
palabra tortura.
Ella, sin tener la esperanza que poseen en su mayoría los mortales, quienes en el sueño encuentran alivio a su dolor Porque el sueño todo lo cura. Incluso el hambre.! Pero no! para ella no existía tal derecho.
Ella, sin tener la esperanza que poseen en su mayoría los mortales, quienes en el sueño encuentran alivio a su dolor Porque el sueño todo lo cura. Incluso el hambre.! Pero no! para ella no existía tal derecho.
Las veintitrés
horas, Las veinticuatro. La una de la madrugada, la hallaba dando mil vueltas por la casa
vigilando de reojo "al gran señor" el gran dueño y señor de sus vidas.
Tan dueño y señor que se atrevía a preguntar a cada instante "¿Qué estás pensando? ! Te
ordeno que me lo digas ya! Y si tu no me lo dices Dios me lo revela y te va
peor. Así que habla de una vez"Ante el castigo inminente del Dios altísimo,
cualquiera que haya sido educado para temerle, cede sin dilación alguna.
“El gran señor “sentado en el sofá. A cada instante
simulaba que había terminado de escribir en su muy tachonada agenda. Entonces a eso de la una o
dos de la madrugada decía: "Prepara dos
cafecitos y te sientas acá. A mi lado." Su estómago se revolvía de náuseas, De
dolor. A fuerza de conocer el desenlace de la historia quedaba fría, así permanecía Durante toda la noche, él preguntaba:" ¿te
sucede algo?", " Nada.como crees" - ella respondía- y sonreía de la manera más hipócrita
y creíble.
No voy a llorar. ¡Maldito! pensaba Alicia para sus adentros y mucho más
adentro pedía mil perdones por atreverse a pensar mal del ungidisimo siervo de
Dios. ¿Acaso no sabéis que unos osos devoraron a unos jóvenes por llamar calvo
al profeta Elías?pensaba, Dios es amor y también fuego consumidor que devora a todo
aquel que no guarda sus preceptos y obedece a sus mandamientos. No toquéis a sus ungidos. Ella estaba muerta, Obedecida o
moriría obedeciendo.
Servidas las tazas de café las llevaba a la mesa
auxiliar. Si los objetos hablaran aquella mesita os haría llorar contando
historias.
Bebía en silencio el café manteniendo la mirada más
inexpresiva posible. Él se acercaba la abrazaba y clavándole los dedos en el hombro empezaba a maldecirla y maldecir su suerte por tenerla a su lado. Y tantas mujeres- decía - que
morirían por estar con él. Pero no, a
él le había tocado la peor. Pronunciaba
cada palabra pegando su cara a la de ella
y con furiosa lentitud
repetía una
y otra vez en sus oídos, ¡basura!
Ella, Temblaba.
Cuando los
deseos de él cambiaban de rumbo le ordenaba ir
al cuarto. Se daba por bien servida si
luego no salía golpeada. Una y mil veces sufría ataques de vomito después de estas veladas. Cuando finalmente
él se quedaba dormido, Alicia se deslizaba silenciosa por la casa cumpliendo
sus deberes de madre.
El desayuno. El baño. Llevar los hijos al colegio. Cuanto lloró de regreso a casa .cuanto rogó e imploró a Dios pidiendo ayuda. Pero su ingenuidad era tal que sus ruegos eran: "¡Dios ayúdame a ser buena, a ser diferente!"
El desayuno. El baño. Llevar los hijos al colegio. Cuanto lloró de regreso a casa .cuanto rogó e imploró a Dios pidiendo ayuda. Pero su ingenuidad era tal que sus ruegos eran: "¡Dios ayúdame a ser buena, a ser diferente!"
Dentro de la
casa trataba de permanecer en silencio. Caminaba suave, se deslizaba limpiando acá .allá. De repente
escuchaba su voz llamándola. ¡Acuéstate ¡- ordenaba. Entonces sin voz gritaba profundo, Desde sus entrañas ¡Dios ayúdame, No deseo vivir
más esta tortura!
Se duchaba luego Por largas horas con el grifo abierto,
sentada en el piso del baño lloraba su desgracia. Se odiaba. Odia su suerte, su poco valor, Sus limitaciones. Salía del baño, se vestía, abría de par en par su closet y decidía "Ayer use la camiseta amarilla, hoy
le toca a la violeta. La verde limón está reservada
solo para los domingos"
19 de marzo
Son Las seis de la mañana , La luz del día golpea
la ventana. Alicia Levanta el
pequeñísimo vidrio superior para que entre el aire matutino... llueve.
Luego de tomar el desayuno se dedica al lavado de la ropa, continúa
lloviendo. La lluvia es una aliada perfecta cuando de llorar se trata y Llueve a cantaros pero ella
no llora. Mira desde la ventana
el agua correr. Se limita a respirar. A las once
de la mañana Las labores domésticas han terminado. Sobre la alambrada la ropa
de múltiples colores confía que el sol
se dejará seducir y vendrá a secarlas.
Cuando permanece sentada por largo rato entiende el significado de la palabra ciática, entonces
camina de acá para allá rengueando.
En la tarde un
fuerte aguacero azoto la región; Alicia Esta hecha una laguna le sale agua por los poros y por poco por los ojos. Al final siempre
procura sonreír. Todo se vuelve gris.
Llega la
noche, Trata de dormir. Su mente vuelve
a viajar, no duerme. El frió se le cuela por la piel y penetra hasta los huesos, Uno o dos pájaros trinan de frió entre los árboles; el sueño a huido de sus ojos, está cansada y en extremo triste. El
viento gime entre los pinos, miles de luciérnagas tienen su luminoso ritual de
apareamiento. La vida efímera como su reflejo
le pasa la cuenta de cobro. Cancela.
Continúa en deuda,Tiembla de frió. Sus ojos
arden de cansancio. Intenta dormir.

24 de marzo
Son las doce y treinta tres minutos .Grandes ruidos en el firmamento amenazan un fuerte aguacero. El cielo se oscurece. bajo del alero y frente a su ventana han colgado una begonia roja, como la sangre, con hojas verdes de nostalgia.
Son las doce y treinta tres minutos .Grandes ruidos en el firmamento amenazan un fuerte aguacero. El cielo se oscurece. bajo del alero y frente a su ventana han colgado una begonia roja, como la sangre, con hojas verdes de nostalgia.
25 de marzo
"Hoy deseo que no llueva," pide Alicia cerrando los ojos y suspirando suavemente. No se cumple su deseo, la lluvia cae y la obliga al
encierro. Que monotonía. Ráfagas de viento azotan los quince árboles que hay de
la calle al portón. Todo es silencio y por no muy poco soledad.
Da tres
vueltas de acá para allá sobre el prado. No desea pensar. Se lava el rostro con agua del grifo. Esta heladísima.
27 de marzo
El sol parece un pequeño reflector colgado en el
firmamento. Con todo logra movilizar algunas nubes.es seguro que esta noche
lloverá. La tierra está húmeda. Afuera no es posible permanecer.
El frió se le
cala hasta los huesos. Los pájaros trinan con desespero. Debe moverse para no congelarse.
29 de marzo
Tal parece que el sol calentara hoy un poco más que
ayer, piensa mientras bebe una taza de café, " Dios mío que desespero esta espera"
Le duele la espalda. No durmió bien .
Hay jaleo en
la cocina, Las ollas chocan unas contra
otras. Los trastos se desmayan del mesón
al fregadero.
30 de marzo
Tres horas tres minutos .Hace una hora da vueltas y más vueltas en la cama, bebe agua, le duele la cabeza se toca las piernas y encuentra un gusano verde dentro de la pijama, se desespera, sale del cuarto en busca de una aspirina para
aquietar su torre de control, Llueve
aunque no hace frió. La casa está en silencio, tiene fiebre.
31 de marzo
Va cayendo la noche con su manto azul oscuro.Todo duele con mayúscula y en un solo sentido, al
alma .atravesándola. Duele tanto, tantísimo el recuerdo,bebe agua, ya no hay aspirinas. Le duele el
alma, le duele el alma Se inunda y no encuentra el tapón de emergencia. Al amanecer cesa la lluvia. Ya se escuchan los
primeros trinos. Su nariz gotea.
4 de abril
Hoy tiene bien removida la herida del abandono. Le duelen la garganta y la espalda. Dicen que la
espalda duele cuando hemos perdido el rumbo y/o equivocado el camino, la de
Alicia tiene nudos y retortijones.
Permanece largo tiempo fuera de la casa, No quiere hablar, no quiere comer, quiere estar sola, no
logra soltar una lágrima aunque el dolor le palpita en el centro del pecho
y le quema.
5 de abril
Diez de la
mañana, Llueve. Aunque no hace frió. Encerrada en su cuarto Alicia Escribe. No ve bien, pero continúa
escribiendo. Debe aceptar la realidad. Sus
ojos se fueron gastando persiguiendo
sobre la tela la basta milimétrica en las lúgubres fábricas de la
gran ciudad.
6 de abril
A las seis de
la mañana hace fila para usar el baño.
Con la toalla al hombro espera su turno. Un
cuarto de baño para siete es una locura. Luego del baño va a lavar la ropa.
8 de abril
Toda la noche llovió, las ropas extendidas coquetean
con el viento esperando el sol, ella también. Se tiende en la hierba y cierra los ojos y Recuerda: "érase una
vez. Un hombre que obligaba a su familia
a hacer siestas dominicales para
asegurarse de que nadie huyera mientras él dormía".
9 de abril.
Hoy Alicia y las otras chicas del programa Hogares de acogida han tenido cita con La psicóloga, después de la cita toman el almuerzo en el patio de atrás. Regresan a la vereda en las horas de la tarde, ella no se desplaza, Levita por la estancia. Son las veintitrés horas y
del sueño nada. Apaga la luz. Nibelungos.


10 de abril
La lluvia con lentitud nocturna lavó todo lo expuesto bajo el cielo.
Escurren los techos, los árboles gotean, el cuarto está helado, Alicia Tiembla, la cama es un tempano de
hielo;tiritando de frió va y bebe
una aromática en la cocina.
"Increíble soy una estatua de bruma y Me iré evaporando de estos paisajes", piensa.
12 de abril.
A las cinco y
cuarenta y cinco se baña con heladísima agua, En tanto que dos escarabajos en la ventana observan un
cadáver de mariposa en el piso. Cuelga la
ropa mojada en la alambrada, allí
extendidas parecen un fantasma de su ser. Llueve, afuera todo continuo inundado, la ventana sigue empañada, hay una mariposa
dormida sobre su cama, Alicia la mira extasiada, en la casa solo se escucha el chirriar de las bisagras
de las puertas cuando alguien se levanta
para ir al baño.
Un concierto de luciérnagas ameniza el dolor de sus piernas, no hay estrellas, le zumban los
oídos. El termómetro digital a
marca 8 grados de temperatura ambiente, Su salud se debilita.
15 de abril
Hoy Alicia Tiene calladez en el alma y ganas de nada. luego del almuerzo fue a caminar con su monólogo. Un fuerte aguacero la alcanza y la obliga a refugiarse bajo de un pequeño
alero, se le inundan los pies, los árboles se bañan, Alicia también. Regresa a
casa hecha una sopa, Se seca la cabeza
y extiende su ropa escurriendo en la alambrada del corredor trasero.
Entra en el cuarto, escribe bajo la luz
de los relámpagos que de vez en
vez ilumina la ventana.
16 de abril
El agua escurre por techos y calles, su corazón en
vela es un guardián gris del viento y el frió que golpea su rostro y le traspasa
el alma. Sus manos se frotan una contra la otra para darse mutuo aliento, llueve
lentamente.
No hay vuelta atrás "Este avanzar es aproximarnos a
la muerte". Piensa Alicia mientras se lava el cabello. Se apresura en su
arreglo personal, debe asistir hoy a la
última cita con la psicóloga.
Regresan. Son
las ocho de la noche y la buseta sube
dando giros en medio de la neblina, le duelen
la cabeza, las piernas y el alma. Tiene los oídos llenos de aire y los
ojos repletos de lágrimas, Se cubre la cabeza con la chalina y recostando su cabeza
sobre la ventanilla
Alicia llora.
con amor: Elena L.